Imaginar el liderazgo en una comunidad global
Hna. Pat Murray, IBVM
¿Quiénes somos como religiosas en el mundo de hoy?
El rostro de la Vida Consagrada ha cambiado espectacularmente; ha empezado a ser culturalmente diversa en sus miembros y en los carismas que el Espíritu otorga.[1] Soy privilegiada por tener una visión general de la vida consagrada gracias a las dos mil líderes de las congregaciones que son miembros de la UISG. Hermanas somos más de 500.000. ¡Se dice que ni tan solo el Espíritu Santo sabe cuántas somos! Pertenecemos a diferentes familias carismáticas y tenemos diferentes raíces y tradiciones espirituales; sin embargo, en estos últimos años estamos descubriendo que más allá de la diversidad, compartimos lo que podría llamarse “el carisma” de la vida religiosa con votos, enraizada en nuestra pasión por Cristo y nuestra pasión por la humanidad. El Papa Francisco ha expresado su esperanza de “que crezca la comunión entre los miembros de los distintos Institutos“, llamándonos “salir con más valor de los confines del propio Instituto para desarrollar juntos, en el ámbito local y global, proyectos comunes de formación, evangelización, intervenciones sociales”. Así, sigue, “podrá ofrecer más eficazmente un auténtico testimonio profético“.[2] Él nos invita a ser “parte de una verdadera comunión la cual está constantemente abierta al encuentro, al diálogo, a la escucha atenta y la ayuda mutua”[3] para llegar a la gente de otras creencias o no creyentes. Con el uso de los nuevos medios de comunicación, la vida religiosa ha empezado a ser una red transnacional con una identidad global. Somos peregrinos en un mundo globalizado en busca de nuevas formas para expresar nuestra vida y nuestra misión. El poema irlandés TRASNA[4], que significa ENCRUCIJADA expresa algunos aspectos del itinerario del liderazgo que estamos emprendiendo.
Los peregrinos se detuvieron en las ruinas,
En la brecha de la montaña, detrás de ellos, se extendía el camino que habían recorrido;
Por delante, la niebla ocultaba la pista.
En silencio, barruntaba la pregunta:
¿Por qué seguir? ¿La vida no es lo suficientemente corta?
¿Por qué tratar de penetrar su misterio?
¿Por qué aventurarse más allá en caminos extraños arriesgándolo todo?
Seguramente, ¿es un juego para tontos… o amantes?
¿Por qué no regresar tranquilamente por el camino conocido?
¿Por qué seguir siendo un peregrino?
Una voz conocida los llamó y les dijo:
Esta es Trasna, la encrucijada.
Escoge. Regresa si es lo que debes hacer,
Encontrarás fácilmente el camino de ayer,
Puedes plantar tu tienda junto al fuego de ayer;
todavía debe haber fuego en las brasas.
Si ese no es tu deseo profundo,
Estate quieto. Deja tu carga.
Toma tu vida en tus dos manos
(… se te confía algo precioso)
Mientras buscas los anhelos de tu corazón:
¿Qué estoy buscando? ¿Cuál es mi búsqueda?
Cuando tu estrella se eleve por dentro,
Confía su liderazgo en ti mismo.
Tendrás luz para tus primeros pasos.
Esta es Trasna, la encrucijada.
¡Escoge!
Esta es TRASNA, la encrucijada.
¡Ven!
Asi que, ¿cómo imaginar el liderazgo en esta encrucijada como miembros de una comunidad global? Me gustaría ofrecer algunas imágenes y reflexiones para despertar su imaginación porque sabemos que no solo vemos imágenes “sino que vemos a través de las imágenes”.[5] ¿Cómo podrían estas imágenes hablarles hoy como líderes?
- Ensanchar la tienda de nuestros corazones
- Estar presentes en los márgenes
- Abrazar la vulnerabilidad
- Celebrar nuestra lujosa diversidad cultural
- Participar navegando y tejiendo la red
- Escuchar las notas largas
Leer el artículo
[1] Ibid., 27.
[2] Papa Francisco, Carta apostólica a todos los consagrados con ocasión del año de la vida consagrada, 21 noviembre 2014.
[3] Ibid.,
[4] Hna. Raphael Consideine, Presentation Sister.
[5] John Shea, “Theological Assumptions and Ministerial Style” en Alternative Futures for Worship, vol. 6 Leadership Ministry in Community, ed. M.A. Cowan (Collegeville, Minn: Liturgical Press, 1987), 105-128.